Un coro de claras y desconocidas voces
canta sobre el horizonte.
¿Quiénes son?
¿De dónde vienen?
¿A dónde van?
No se ve a nadie.
No se oye ningún ruido.
Y sin embargo,
una estrella ha caído a la infernal caldera:
la siguen cientas.
El horizonte se ha apagado.
Ya nada queda.
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