jueves, 9 de agosto de 2012

Reflexiones nocturnas

¡Oh, estrellas!
Vuestro desdichado destino lamento

Ustedes, que han iluminado el mar y el marinero.
Ustedes, radiantes destellos celestiales.
Ustedes, que ahora yacen solas.
Despreciadas por dioses y humanos.

Movidas por la incesante e interminable danza
en el espacioso firmamento,
donde vuestro encanto se despliega.

Qué lejos han viajado, 
penetrantes gemas del abismo.

Demorado en mi amor, en el único amor en mi.
Reconozco que yo también las he olvidado.

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