viernes, 10 de agosto de 2012

Jardín de las rosas negras

Al pasar por el jardín de rosas
te recuerdo, sombra misteriosa.
Te presentas amistosa, pero en lo profundo
cargas un velo de dolor, con tu ansiosa sonrisa.

Las lágrimas que corren por tu rostro
tiñen de rojo cualquier atisbo de esperanza.

Caminas con la mirada perdida, 
como si hubieses perdido tu rumbo.
Quizá no te percatabas
de que ya no eras parte de este mundo.

El viento es agresivo contigo.
Es tan fuerte, que las rosas se estremecen.
El dulce aroma con el que siempre te presentas
tapa el olor a muerte que te representa.
A cada paso ennegreces sus rojos pétalos,
cada uno muere y cae sin detenerse...
como si no hubiese suelo que lo retuviese.
Un agujero negro, como tu maltratada sonrisa.

La brisa te lleva a tu siguiente víctima,
recolectora de sonrisas.
Tu vestido teñido de la sangre más roja
te da tu singular aroma a rosas.

Te veo y siento.
Abrazas mi vida, como un niño a su primer triciclo.
Despojando de mi cuerpo toda gota de sustento.
Cayendo inerte por los suelos.
Desgarrado y sin aliento.

Dime, sombra,
¿Sabes la hora?
Sabes que este sueño acabará.
Y cuando te despiertes... muerta seguirás.

No hay comentarios:

Publicar un comentario