Veo una luciérnaga
Revolotear sin cesar, en su eterno esplendor.
Ajena a mi presencia, ajena a todo, sumida
En su mar de sentimientos, en espiral vuelo.
Dibuja siluetas de amor y pasión.
Le regalo una mirada en busca de comprensión,
Como quien busca adivinar un sueño que jamás sucedió.
Viendo los ojos del pasado… y yo invisible para ti,
Sentado aquí, mirando esta ansiosa luciérnaga.
Extiendo mi mano para darle paso a la muerte.
Alucinaciones de mi pobre mente…
Presentes desde que llevo tatuada tu alma en mi piel.
Cincelando paso a paso mi olvidado querer.
Continúo aquí,
Observándote resplandecer
Desde las lejanías de un amor que nunca va a florecer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario